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Estamos ya cerrando el primer cuarto del siglo 21, y ya es realmente raro encontrar un hogar que no cuente con un router conectado a algún tipo de salida a Internet, ya sea fibra óptica, ADSL o incluso una antena WiMax. Y muchos de esos routers, aunque no todos, cuentan con antenas físicas. Antenas que sobresalen del propio router y que en la mayoría de ocasiones son orientables.
La pregunta que toca hacerse ahora es qué pasa si muevo esas antenas. ¿Colocarlas en determinada dirección puede hacer que mi WiFi cambie? ¿Que logre más cobertura? En varias ocasiones hemos hablado ya de cómo elegir el mejor lugar para colocar el router, y de qué materiales y objetos de tu casa obstaculizan la señal de tu WiFi. Pero ahora vamos a hablar de qué pasa si movemos las antenas y qué podemos conseguir con ello.
Comencemos por esto, pues es la clave para saber cómo deberíamos colocar las antenas del router para obtener la máxima cobertura. Conviene explicarlo porque la antenas no emiten señal como cabría esperar, en la dirección hacia la que apuntan, sino que la señal se emite desde los laterales de la propia antena. No son omnidireccionales, por desgracia, sino que su señal tiene una onda con una forma muy concreta.
Imagina que colocas un bolígrafo en el suelo, completamente erguido, apoyado sobre su base y con la punta hacia el techo. Si ese bolígrafo es la antena de tu router, la señal WiFI se transmite hacia los lados y en forma de donut. En lugar de emitirse hacia el techo, la señal se emite por el suelo (o por donde tengas apoyado el bolígrafo), y la transmisión de la señal es más en forma de donut que de onda plana.
Así, la señal se expande mucho más en horizontal, con respecto a la antena, que en vertical. Y por eso si queremos más señal WiFi en la cocina, por ejemplo, no debemos apuntar la antena del router hacia la cocina, pues hacia allí es hacia donde menos señal emitirá la antena. Vamos a poner un par de ejemplos.
Imagina que vives en un piso, una vivienda de una única planta. Esté donde esté tu router, aunque ya te hemos dicho más arriba que habrá sitios mejores que otros, la antena debe estar apuntando al techo. ¿Por qué? Porque al emitirse la señal en horizontal con respecto a la antena, la señal se impulsará así desde el router hacia los lados y abarcará los 360º de la antena. Es decir, correrá del router hacia todas las esquinas de tu piso.
Si por el contrario vives en una casa de dos plantas o más, quizá te interese que la antena de tu router esté orientada hacia un lado en lugar de hacia el techo, porque así lograrás que el router emita WiFi con mucha más potencia hacia arriba y hacia abajo, además de los dos lados de la propia antena. Los routers con antena externa suelen tener más de una antena, de formas formas, así que lo recomendable en una casa es tener una antena hacia el techo y otra hacia el lado. Así te aseguras la máxima cobertura.
¿Y si tiene más de dos antenas? Entonces vas jugando con los ángulos para, siguiendo la forma del donut, tratar de que la señal cubra el 100% de tu domicilio. Esto no es algo nuevo, ni mucho menos. Fue un ingeniero de Apple el que publicó este truco para la colocación de las antenas físicas de los routers y así maximizar el área de cobertura. Aunque si después la señal no llega a donde tú quieres, quizá se deba a un problema de potencia. Al menos, desde las antenas, habrás hecho todo lo que está en tu mano.
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