Cómo limpiar tu lavadora - Imagen de Unsplash.com
La tentación de decir que si la lavadora trabaja con detergente, suavizante y agua, tiene que limpiarse sola en cada lavado está ahí. Pues no, no es así. La lavadora no puede limpiarse a sí misma. Además, al trabajar con agua, después de cada lavado queda húmeda y eso hace que pueda acumular moho, y diferentes gérmenes y bacterias.
Limpiarla por fuera es una tarea que puede exigir esfuerzo, pero que no tiene mayores complicaciones. Una bayeta húmeda basta para mantenerla como nueva. Y si se mancha con cualquier producto, ya sabes, actúa como siempre con tus productos limpiadores, sin más. Por dentro, como imaginarás, el proceso es bastante más complejo, y uno de los remedios más efectivos es uno casero: el vinagre.
Empecemos por la goma que sella la puerta de la lavadora. Esa suciedad es muy visible y suele estar incrustada, por lo que el paño húmedo ya no servirá para librarte de ella. Para poder hacerlo, diluye vinagre en agua caliente, y frota la goma con un paño embebido en la mezcla. Si no quieres elaborar la mezcla tú mismo, existen en el mercado muy buenos limpiadores a base de vinagre. Una vez quitada la suciedad incrustada, puedes completar el trabajo con un limpiador que contenga lejía.
Todavía no hemos hecho nada. La goma de la puerta es solo la punta del iceberg. La cosa se cuece dentro mismo de la lavadora, donde quedan restos de todo lo que has metido dentro, incluidos restos de ropa. Todo esto acaba acumulado en el filtro y, para limpiarlo a fondo, conviene retirarlo. No es una tarea difícil, pero conviene tomar ciertas precauciones. Desenchufa la lavadora y pon en el suelo un trapo grande o una toalla vieja para que absorba el agua acumulada que caerá. Otra vez el vinagre puede ser tu gran aliado. Elabora la misma mezcla de antes, y esta vez, sumerge el filtro en ella. Deja que actúe el agua con el vinagre durante un tiempo prudencial –cuanto más, mejor-, enjuágalo, sécalo (muy importante) y vuelve a colocarlo en su sitio.
Ahora, a por las grandes olvidadas: las cubetas donde pones el detergente, el suavizante. Si no lo haces regularmente, ya sabes, acaban dejando restos que se endurecen, para luego generar moho y gérmenes. Son más fáciles de limpiar, pero no por eso es menos importante hacerlo. Puedes hacerlo con los productos tradicionales, o aprovechar, una vez más, la mezcla de vinagre y agua caliente. Una vez hecho esto, pon vinagre en la cubeta del detergente, elige un programa corto con agua caliente, y la lavadora se encargará sola de limpiar el tambor.
Por último, unos consejos para que tu lavadora esté siempre como nueva. Límpiala a fondo, siguiendo las instrucciones anteriores, cada tres meses; deja la puerta y las cubetas abiertas después de cada lavado para permitir la ventilación; revisa siempre los bolsillos de las prendas que introduces, porque hay elementos que pueden acabar dañando los componentes internos; adopta como costumbre, digamos cada 15 días, el ciclo corto con agua caliente y vinagre; si vives en una zona en la que el agua contiene mucha cal, utiliza productos antical, siguiendo las instrucciones en cada caso.
Ya ves, largo de explicar, pero muy fácil de hacer. Para concluir, te proponemos algunos productos que te ayudarán en la tarea de limpieza de tu lavadora.
Limpia y elimina los malos olores de la lavadora y los residuos de suciedad y detergente. Deja un aroma agradable y fresco. Su fórmula es biodegradable, contiene ingredientes que pueden descomponerse naturalmente en componentes orgánicos o inorgánicos más pequeños. Se aconseja su uso una vez al mes en un ciclo vacío sin detergente ni ropa.
Decíamos más arriba que hay zonas en las que el agua contiene mucha cal. En esos casos, es imprescindible utilizar este tipo de productos, ya que la cal se va incrustando en la lavadora en general, y en las tuberías y desagües, en paritcular, y esto hace que acaben bloqueándose. En este caso, llega en forma de pastilla y protege de la cal, la suciedad y los malos olores de la lavadora en cada lavado.
Elimina la suciedad, los residuos y la cal, así como los malos olores. Deja un agradable perfume y protege las partes internas de la lavadora.
Ya hemos explicado la importancia de este producto para librarte de la suciedad incrustada y, sobre todo, para desinfectar. Si no quieres elaborarlo de forma casera, este es tu limpiador. Un producto excelentemente valorado por los compradores.
Aunque el vinagre es muy efectivo para la suciedad icrustada, los gérmenes y el moho, nada mejor que un producto específico para cada apartado. En este caso, se trata de un eliminador de moho, que además de para la lavadora, te servirá para otros artefactos o sitios de la casa. Basta con poner 3 mm de producto donde se ha formado el moho, dejar actuar durante unas horas, y aclarar.